miércoles, 17 de febrero de 2010

Un mundo mejor

Sinceramente, pienso que es muy conveniente que leais este escrito de uno de vuestros compañeros .... un profesional que tiene un puesto de responsabilidad en la Administracion Publica, un profesional ya hecho, experimentado. Su escrito invita a meditar y a revisar nuestra forma de trabajar y de ser. Lo incluyo no por las referencias a mi persona, ni tampoco por las alabanzas, sino porque entiendo que esta bien escrito para ser comprendido y analizado por gente mas joven, mucha de la cual comparte el aula en un animo similar al que el indica. Lo malo es que todavia son pocos los que lo comparten. Un abrazo a todos

EL BLOG Y UNA NUEVA UNIVERSIDAD

Inicié mis estudios universitarios a principios de octubre de 1992, acababa un largo verano que tras la "temida selectividad" había disfrutado en Santander. Fué el verano de las Olimpiadas de Barcelona. ¿Os acordais?. Esperaba ansioso comenzar mis estudios de derecho en la complutense pues hacía tiempo que tenía ganas de convertirme en universitario. Todavía recuerdo el primer día de universidad, eran las ocho y media de la mañana, la facultad de derecho de la complutense estaba abarrotada y el aula que me había tocado era bastante grande, unos trescientos "novatillos" esperábamos expectantes que apareciera el profesor. Y por fin apareció Armando Torrent catedrático de derecho romano que nos dió la bienvenida a la facultad y empezó a explicarnos lo duro que iba a ser aprobar su asignatura vanagloriándose de que tenía un índice de suspensos altísimo. Y efectivamente fue muy duro aprobarla y aunque al final aprobé en Junio mi trabajo me costó pues me tuve que meter dos libros que pesaban un quintal.

Mi experiencia durante esos años fue muy satisfactoria a nivel personal, éramos una generación de jóvenes, creo que la última que todavía conservábamos esa mentalidad de que para conseguir algo hay que esforzarse. Nuestros padres todabía eran exigentes y si nos premiaban era por haber hecho algo meritorio. En fin hablo por la mayoría de nosotros, por supuesto habría excepciones. A nivel de profesores la mayoría de ellos no tenían vocación y siempre me sorprendió que muchos de ellos presumieran de lo mucho que suspendían y de los duros que eran. No aprendí gran cosa de ellos excepto claro está de unos pocos a los cuales les debo mucho de lo que he conseguido en la vida. Muchos de aquellos compañeros con los que compartía aulas tienen hoy en día buenos trabajos (jueces, letrados , profesores, abogados......).

Al acabar la carrera me metí en una empresa pero al pasar el tiempo y ver que eso no era lo mío y necesitar disponer de más tiempo para mi vida personal opté por opositar al Cuerpo de Técnicos de la Administración, me matriculé en una academia y tras dos duros años de estudio conseguí aprobar la oposición y quitarme los 200 temas que durante ese tiempo me martirizaron.

Al final el sacrificio creo que ha merecido la pena. Hoy tengo una estabilidad económica y una tranquilidad que me permiten entre otras cosas poder tener tiempo para mi familia y para por ejemplo poder estar estudiando ciencias políticas, carrera que siempre me había apetecido estudiar.

Tras más de diez años apartado de la universidad he podido comprobar que aunque todavía soy joven (tengo 36 años) la distancia que me separa con la generación universitaria de hoy en día es enorme. Indudablemente hoy en día la gente joven tiene muchísimas virtudes pero también he de decir que su formación académica es bajísima y no solo respecto a generaciones pasadas sino respecto de otras generaciones actuales de universitarios de paises como India, Alemania, Corea, Inglaterra, Holanda etc. La mayor parte de culpa no es de ellos sino de que poco a poco los poderes públicos se han cargado la enseñanza relegando valores como el esfuerzo y la dedicación y sustituyéndolos por el conformismo, el engañarse a sí mismos y el estudiar el día antes del examen. Todo esto será en un futuro mucho más grave que la actual crisis económica porque cambiar un modelo de enseñanza no se hace en tres o cuatro años se necesitan más de diez años.

Y ojo con esto no estoy diciendo que el modelo de enseñanza al que yo accedí fuera bueno, ni mucho menos yo soy mucho más partidario de implantar el modelo anglosajón, pero con todas sus deficiencias era infinitamente mejor que los de ahora. Tambien los padres tienen parte de culpa pues hoy es muy corriente que ante una advertencia de un profesor a un alumno de bachillerato vaya el padre indignado al día siguiente a abroncar al profesor por no haber sido capaz de advertir lo listo que es su hijo y no ser más comprensivo con el. En definitiva una sociedad muy vacía de contenido espiritual y en la que el dinero fácil se ha convertido en su principal paradigma se ha cebado de manera especial con una generación de jóvenes que si un nuevo boom económico no lo remedia se verá abocada a vivir bastante peor que sus padres, con trabajos precarios en el mejor de los casos y con un escaso valor productivo.

Por todo ello considero que la propuesta del profesor Carballo es muy interesante, pues parte de la necesidad de cambiar la universidad a un nuevo espacio mucho más creativo e innovador y además de manera muy habil vuelve a inculcar la cultura del esfuerzo y la dedicación, pues he de confesar que su asignatura si se quiere hacer bien requiere dedicarle tiempo pues hay que crear un blog, resumir noticias, asistir a clase, hacer un trabajo etc. Esto quiere decir que sin contar las clases un alumno que aspire a sacar buena nota tendrá que invertir unas ochenta o noventa horas de trabajon personal, es decir mucho más que las diez horas de media que se tarda en preparar un examen "tipo" para una asignatura cuatrimestral en esta facultad. Por lo tanto pienso que este modelo va muy bien encaminado independientemente de que pueda ser perfeccionado. Animo al profesor Carballo y a todo aquel que quiera seguirle a apostar por un cambio real del modelo universitario que se traduzca en un futuro en universitarios preparados para afrontar los retos de un mudo cada vez más competitivo(hay 1500 millones de chinos trabajando como locos. 800 millones de hindúes, 200 millones de Brasileños....). Si no nos ponemos ya a ello el futuro no es muy halagueño. Al menos esa es mi modesta opinión y ojalá esté equivocado.

Publicado por albeniz


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