Hoy en clase hemos hablado sobre el libro de Sweezy "Teoría del desarrollo capitalista" y hemos tratado la parte concreta del modo de producción.
El sistema tradicional de trueque se ha transformado en una economía de regalos en la acutalidad. Pero este no es el modo de producción capitalista. El modo de producción capitalista funciona comprando para vender y sacando siempre un beneficio de ello.
Para ello organizamos un sistema productivo, obtenemos materias primas para después trabajar con ellas meddiante máquinas que serán nuestro capital fijo. La maquinaria será utilizada por la mano de obra, la cual nos dará como resultado el producto esperado que vamos a vender. El dinero con el que hemos empezado tiene que ser menor que el dinero que vamos a obtener en la venta para poder sacar beneficio. Esa forma de producción se generaliza a partir del siglo XVIII. Esto supone que el sistema tiene que crecer y tiene que acumular. Teóricamente lo podríamos llamar beneficio, pero es plusvalor (antes llamado plusvalía). El plusvalor es el excedente que nos permite comprar más cosas y acumular. Es un proceso acumulativo.
En este proceso hay un punto de llegada que llamamos D y un punto de salida que llamamos D', una vez claro esto, D' > D. Aquí tenemos que prestar atención al valor de uso y al valor de cambio. Para el trabajador el valor de uso es obtener lo que es socialmente necesario para reproducir tu vida. Lo socialmente necesario en España no es lo mismo que lo socialmente necesario en Alemania. A cambio el trabajador tiene que ofrecer su tiempo y su fuerza de trabajo al capitalista (empresario) para que el capitalista obtenga beneficio.
Hay dos tipos de capital: constante y variable. El capital constante son las máquinas(un ordenador), y el capital variable es el que no es fijo (un boli). Cuando por ejemplo compro bauxita para convertirlo en aluminio tenemos dos opciones: la primera es venderlo por el mismo precio por el que yo he comprado las materias primas, sin sacar beneficio. La otra opción es aumentar el precion y obtener el plusvalor. La ventaja la obtenemos bajando el coste de la mano de obra, que nos da más flexibilidad. El salario es variable, la mano de obra es capital variable y através de él se produce valor.
Llegados a este punto llegamos a un conjunto de relaciones: la tasa de plusvalía; la tasa de ganancia.La tasa de plusvalía actualmente se calcula que responde al 600 o 700%, lo que significa que el trabajador solamente necesita una hora para reproducir su salario, y el resto se traduce en excedente. Y además hay SOBREPRODUCCIÓN porque las actividades productivas son muy productivas, por ello mucha gente puede dedicarse a actividades improductivas como es el sector servicios. Por ejemplo los funcionarios, que son centros de consumo o centros de coste, pero no son centros de generación de valor; pueden generar cualidades, pero no valor.
Hay varias leyes que explican este modo de producción, la más importante es la tendencia descendente de la economía de ganancia. "Vives con el anticipo que vas a tener, por encima de tus posibilidades". Esto explica que a los autónomos o a las PYMES no les llegue el dinero para continuar ese proceso de acumulación, ¡no puedes pararte!. Si la empresa está endeudada porque la mitad de su financiación la obtiene de un crédito, entonces, la única forma de poder pagar esa deuda es seguir con el negocio, por lo tanto seguir endeudado. A unos les funciona muy bien este sistema, a los gigantes del monopolio, pero a otros les va muy mal. Esto es horrible, ya que se traduce en un sistema de redistribución de la renta desigual. De esta manera llegamos a la segunda ley, que supone la tendencia a la concentración de la riqueza.
La sociedad la podemos dividir en tres partes: la concentrada, la estatal y la competitiva.
Hay una tendencia cada vez más a concentrar ese poder en la riqueza. Cuando la concentracion de la renta superaba un porcentaje de 700%, se producían crisis. La mala distribución de las rentas genera crisis. La parte monopolista de la sociedad necesita de la parte no monopolista de la sociedad, pero esto es una contradicción en el sistema. Esto es lo que analiza Marx.
La tercera ley más importante es la que nos remite a que hay un proceso de pauperación del salario. Los salarios tienden a decrecer en términos relativos. Esto es un poco triste porque nos hace reflexionar sobre la situación de España, en la que la clase media ha aumentado, pero la mayoría de la sociedad entramos dentro de una clase media baja baja. Y en el conjunto de la población comparados con el resto de Europa somos más bien pobres, ya que nuestro salario mínimo interprofesional (SMI) es para 2009 de 624,00€ al mes y de 20,80€ al día, mientras que en Luxemburgo por ejemplo para 2009 el SMI está en 1.610€, aunque tenemos el triste consuelo de que Portugal, Bulgaria, Rumanía y Polonia están por debajo de nosotros. Esta situación nso ayuda a entender la situación real.
Me gustaría comentar en este punto que hay una respuesta bastante machista a esta situacíón. Hay quien dice que en España que en los años 60-80 sólamente trabajaba el hombre y podía mantener con su salario a toda la familia y que por culpa de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, el salario se ha reducido a la mitad y juntando el salario de una pareja de hombre y mujer ni siquiera tienen para mantener a más de un hijo. ¡¡¡No es culpa de las mujeres!!!! Hay que pedir explicaciones al ladrillo, al banco, a los especuladores, a la entrada de España en el euro, a la cualificación intelectual del trabajador, a los avances tecnológicos, a la educación... No podemos simplificar tanto, hay muchas variables que intervienen en el constante empobrecimiento de la población. Además, las mujeres aumentan la productividad, sino fuera así, tendríamos a más de la mitad de la población sin ser productiva que en términos macroeconómicos no nos beneficia en absoluto.
Publicado por Patricia M
Hace 2 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario