miércoles, 27 de enero de 2010

Un regalo para las mujeres. Donne in rinascita

Mas que las puestas de sol, mas que el vuelo de un pájaro,
lo mas maravilloso de todo es una mujer en renacimiento.
Cuando se levanta después de la catástrofe, después de la caída,
cuando había dicho: se acabó.
No, no se acaba nunca para una mujer.
Una mujer siempre se levanta, aún cuando no se lo cree,
aunque cuando incluso no quiere.
No hablo solo del inmenso dolor,
de las heridas de mina antipersona
que te hace la muerte o la enfermedad.
Hablo de ti, que ese período no termina nunca,
que te estás jugando tu existencia en un trabajo difícil,
que todas las mañanas es un nuevo examen, peor que en la escuela.
Tu, juez implacable de tí mismo, que según como tu jefe te mirará
decidirás si estás a la altura o si tienes que condenarte.
Así cada día, y este noviciado nunca termina.
Y eres tu que lo haces durar.
O hablo de ti, que te da miedo incluso dormir con un hombre;
que estas aterrorizada que una historia de amor te quite el aire,
que ni siquiera coqueteas con un hombre
porque tienes miedo de que alguien entre en tu vida.
O peor aún: de quedarte tu atrapada, y sufrir como un perro.
Estás cansada: siempre hay alguien con quien debes justificarte,
que te quiere cambiar, o a quien tu tienes que cambiar para que se quede junto a ti.
Así estas cultivando la soledad dentro de tu casa.
Sin embargo vas diciendo, y también lo dices cuando hablas con las otras:
"Yo Estoy bien así. Estoy bien así, estoy mejor así ".
Y el cielo baja por un poco más.
O con ese chico, con el que has ido a vivir juntos,
has vivido con él Navidades y Semanas Santas.
Ese hombre en el que has echado el alma y
ha pasado mucho tiempo, y has echado así tanta alma
que un día comienzas a buscarte dentro del espejo
porque no sabes ni en quien te has convertido.
Sea como sea, ahora estás aquí,
y sé que hubo un momento en el que has mirado hacia abajo
y tenías los pies en el cemento.
Adondequiera que fueras, te sentías incomoda:
en tu historia, en tu trabajo, en tu soledad.
Y hubo crisis, y has llorado. ¡Dios como lloráis!
Tenéis una fuente de agua en el estómago.
Has llorado mientras ibas en una calle llena de gente,
a la parada de metro, en la moto.
Así, de repente. No podías aguantarte.
¿Y esa noche cuando has cogido el coche y has conducido durante horas,
para que el aire oscuro te secara las mejillas?
Y entonces has excavado, has hablado, ¡cuanto habláis chicas!
Sois lágrimas y palabras.
Para entender, para sacar una raíz larga seis metros
que pudiera darle sentido a tu dolor.
"¿Por qué hago así? ¿Por qué repito siempre los mismos errores? ¿tal vez estoy loca?"
Se lo han preguntado todas.Luego te vas con la escavadora en tu historia,a dos, cuatro manos, y salen fuera miles de piezas.
Un Puzzle inextricable.
Y Aquí, aquí es donde empieza todo. ¿No lo sabias?
Es a partir de las agallas que hace falta tener para mirarte así,
descompuesta en miles de confetis, que volverás a empezar.
Porque una mujer vuelve a empezar de todo modo,
Lleva dentro un instinto que la arrastrará siempre hacia adelante.
Te hará falta una estrategia, tendrás que reinventarte una nueva forma para tu nuevo yo.
Porque estás destinada a volverte a conocer, a presentarte a tí misma.
Ya no puedes ser la misma de antes.
Antes de la escavadora.
¿No estás emocionada? Te enganchará lentamente.
Volverse a enamorar de sí mismos, o hacerlo por primera vez, es como un diesel.
Parte despacio, hay que insistir. Pero cuando va, es una carrera.
Es una aventura, la reconstrucción de sí mismos. La mas grande.
No importa de donde empiezas, si por la casa, por el color de las cortinas o el corte de pelo.
Siempre os he adorado, mujeres en renacimiento,
por vuestra forma maravillosa de gritar al mundo "soy nueva",
con una falda de flores o con un simple mechón rubio.
Por qué todos deben comprender y ver:
"Tenga cuidado: la obra ha empezado,
estamos trabajando también para usted.
Pero, sobre todo para nosotras mismas"
Mas que los amaneceres, mas que el sol,
una mujer en renacimiento es la más grande maravilla.
Para quien la encuentre y para ella misma.
Es la primavera en noviembre.
Cuando menos te lo esperas...

Esta poesía de Jack Folla me la tradujo una amiga italiana. Cuando la leí, descubrí en ella un retrato, un espejo en el que cualquier mujer puede reflejarse. Todas nosotras nos podemos sentir identificadas con , al menos, algún verso. Todas llevamos un ave Fénix dentro, que hace que volvamos y volvamos a levantarnos cuando todo parece estar del revés, cuando ya no hay nadie para dar ánimos, cuando llegan los malos tiempos. Problemas en el trabajo, una ruptura, un amor de caricias envenenadas...Todas nos hemos visto en alguna situación en la que, por el hecho de ser mujer, hemos tenido que luchar aún con más fuerza contra viento y marea, y muchas lo hemos conseguido, y otras muchas si no hubo oportunidad no nos hemos rendido. Hay que renacer, hay que remodelarse y volver a hacernos a nosotras mismas una vez y otra y otra.Esta poesía es un regalo para todas las mujeres.

Publicado por Anita

2 comentarios:

  1. En un momento en el que nos encontramos, en el que deberíamos mirar hacia un futuro de igualdad, este ánsia por veros diferentes, especiales o únicas me parece absolutamente reaccionario.

    ResponderEliminar
  2. Lo mismo he pensado que el anónimo...y un hombre no puede ser también un ave fénix? no puede renovarse? no puede estar preocupado por sus problemas? no tiene el instinto de seguir adelante?

    Por qué hablamos de hombres y mujerse y no más de esencias, de lo que somos como seres vivos, como seres humanos!

    y esta frase me parece de lo más sexista:
    "no importa donde empiezas, si por la casa, por el color de las cortinas o el corte de pelo"

    ResponderEliminar