domingo, 20 de diciembre de 2009

El olvido

El olvido
JUAN JOSÉ MILLÁS
EL PAÍS - Última - 18-12-2009

Dos científicos de la Universidad de Nueva York acaban de inventar el alzhéimer, que viene a ser como descubrir la gasolina. Por lo visto, son capaces de borrar de la memoria los malos recuerdos, no hemos comprendido muy bien cómo. Lo importante es que vas a consulta, pides que te borren la Guerra Civil española de la cabeza y te la borran. Quien dice la Guerra Civil española, dice el armario de tres cuerpos de la habitación de tus padres, la adolescencia entera, la primera pálida o el último gatillazo. La limpieza dura un año, por lo que albergamos dudas acerca de si se trata de un borrado auténtico o de una represión. Tampoco hemos entendido cómo eliminan las bisagras que articulan los malos recuerdos con los buenos.
En la oración gramatical "no hay mal que por bien no venga", resulta difícil, por ejemplo, separar el mal sin cargarse el bien. Los malos recuerdos crean, con los buenos, alianzas sintácticas de complicado desmontaje.


En Olvídate de mí, una extraña película de Michel Gondry, con guión de Charlie Kaufman e interpretada, entre otros, por Jim Carrey y Kate Winslet, una pareja conflictiva, de las de ni contigo ni sin ti, acude a un doctor que practica el alzhéimer selectivo para que borre a cada uno el recuerdo del otro. El problema es que pasado el tiempo vuelven a encontrarse por casualidad y se enamoran de nuevo por necesidad.

Los oncólogos todavía buscan el modo de eliminar las células malas sin dañar las buenas y los cocineros no han logrado aún hacer una tortilla sin romper el huevo. Si a Tiresias le hubieran curado la ceguera, habría perdido con ella, paradójicamente, la videncia. Al mismo Dios le quitas el diablo y se queda prácticamente en nada el pobre. Quizá sea posible eliminar los malos recuerdos, pero ya me dirán por dónde cortar para que no se venga abajo el tinglado entero.

Y es a partir de esa frase, de como cortar para que el tinglado no se venga abajo; lo que me ha motivado a subirla al blog. En verdad, creo que cada persona es lo que es, por todo lo que ha vivido, lo bueno y lo malo. Claro que no es lo mismo vivir un holocausto o una violación que vivir un desengaño amoroso; y si esta terapia pudiese eliminar esos momentos catastróficos, sería ideal.


El problema reside, en que este invento, se terminaría utilizando para todo. Para eliminar cualquier situación que nos hiciera un mínimo de daño. Y eso sería alinar nuestra vida, vivir en un Mundo Feliz construido, en el que al final las emociones también se construirían. Y no hay que olvidar que los errores, los momentos malos y el confundirse son los que más nos enseñan.

Publicado por marta.gil

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