domingo, 27 de diciembre de 2009

ideologia tecnificada

Llegados a este punto de la historia en Occidente, nos disponemos a glorificar el brillante esfuerzo que han realizado algunos eruditos de la tecnología en relación a los avances no sólo logísticos o materiales, sino a los que benefician en última instancia al progreso del hombre así como también al de la Humanidad. Qué extraña sensación me produce el pensar que esta aseveración no es del todo fehaciente, pues si incluimos la totalidad de habitantes que residen en el planeta Tierra (aproximadamente SOMOS en torno a los 6.500 millones de personas), lanzar este primer enunciado resulta poco alentador si tomamos grosso modo las cuentas totales. Mi pretensión al describir la situación actual a un orden de magnitud mundial puede pecar de ambiciosa y, en algunos casos, hasta podría incomodar a aquél que no quiere ver más allá de su realidad. Tras esta afirmación, se verifica que el “progreso natural de la opulencia” de Smith ha podido más que la conciencia social con respecto al principio de igualdad, y, de esta manera, la ética humana pasa a un segundo (o tercer) orden, anticipándose en las sociedades globales una ideología de la tecnificación postrada en unos valores que son inspiradores de la primera.En resumen: nos hallamos en una sociedad de consumo en la que dicha comunidad, sólo por el hecho de su propia existencia, vanagloria el valor simbólico del avance técnico más que el valor de uso que en realidad contiene un bien o servicio.

Publicado por Laura Izquierdo Gómez

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