Reflexionando sobre la clase de hoy, sobre los "extraños" servicios "gratuitos" que nos ofrece esta sociedad de consumo, he encontrado numerosos ejemplos en la vida cotidiana, aparte los que ya mencionó el profesor en clase como el de la "megafactura" de teléfono/s.
Y aquí presento lo que mis padres llaman los "yaques": ya que estoy en el centro comercial, voy a coger una cosa en el supermercado; ya que estamos aquí, vamos a tomar algo... o vamos a cenar; ya que viene el frío, me voy a comprar un abrigo (¿y los que me compré el invierno anterior?)
¿Y cuando entras en una tienda de los chinos? Aquí se suma otro efecto, el efecto "sólo": sólo voy a entrar a por una cosa y ya está... Y lo mismo se puede repetir en una tienda de ropa: sólo esta camiseta y ya...
Al final, entras en el supermercado porque había algo en oferta, que no coges ni carro ni nada y te encuentras con que llegas a la caja para pagar y tienes manos y brazos llenos de otras cosas que no estaban de oferta pero ya que estás allí, lo compras... y puede incluso que lo que realmente estabas buscando, no quede nada de nada... y seguro que tendrás que volver otro día...
Y cuando vas a la tienda de los chinos, más de lo mismo. Entras para comprar un rotulador rojo porque sólo cuesta 60 céntimos y sí, muy barato y ya que estás allí, ves otro rotulador que te gusta, y unas plantillas que te van a hacer falta para los zapatos nuevos que quieres comprarte y dices: bueno, sólo son 60 céntimos... Y vas a pagar al chino y ¡sorpresa! son unos cuantos euros. Resulta que, poco a poco, los céntimos también suman.
Seguro que a muchos y muchas os suena ésto.
No hace falta ser un experto en economía para darse cuenta.
Sólo con pagar las facturas a final de mes, se pueden comprobar estos efectos.
Publicado por Miss Alcón
Hace 1 año
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