jueves, 12 de noviembre de 2009

Hacia el autodesarrollo

Una primera jornada de autodesarrollo, en la que veremos como realmente lo que importa es seguir una ruta de aprendizaje continua. Sencillamente tenéis que reuniros en grupo, trabajar en daros mutuamente una perspectiva global de lo que habéis trabajado hasta ahora, seguir buscando una hipótesis o un conjunto de hipótesis que os sirvan como "organizadores" de vuestro trabajo en grupo e investigación, y mostrar esos avances en un pequeño escrito enviándolos a mi correo electrónico (robertocarballo@cps.ucm.es). Sabéis perfectamente de la importancia que tiene en esta forma de aprendizaje, la asunción de responsabilidades, lo que en otros términos podríamos llamar madurez intelectual y personal. Y yo confio plenamente en vosotros.


El miércoles incorporamos la figura del coordinador en el aula. Hasta ahora algunas veces habíamos trabajado con el rol de observador, que hicimos extensiva a las reuniones grupales. Ahora trabajaremos un poco la figura del coordinador, que ha de contribuir a mantener centrada la tarea, hacer participar a los posibles participantes y evitar los conflictos o discusiones producto del emparejamiento. Por supuesto, también debe cuidar de que exista un observador para ayudarlo en la tarea de síntesis que es necesaria para que el grupo avance. Sin memoria, no hay grupo, ni ..... tampoco ..... sociedad.

He abierto un tema nuevo a plasmar en vuestros blogs. Hemos recorrido ya seis semanas del cuatrimestre, puede ser un momento oportuno para que expreséis aquello que habéis aprendido en estas semanas. Se entiende que algo cada semana, alguna cosa. Con las síntesis de aprendizajes de todos, tendremos una visión de lo más amplia de lo que realmente hemos podido aprender entre todos, y nos recordará muchas cosas que han estado presentes en este espacio/comunidad de aprendizaje.

Muchas gracias a todos y todas.

Roberto Carballo

1 comentario:

  1. Estupendo, ahora entiendo mejor la figura del coordinador, para la próxima vez sabré a qué atenerme, jajaja.

    Un saludo, Patricia M.

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