Biografía
Nació en la Hacienda Auricídia, en la ciudad de Itabuna, ubicada al sur del estado de Bahía. Hijo del dueño de la hacienda, cuando tenía 1 año de edad, su familia se estableció en la ciudad de Ilhéus, litoral de Bahía, donde Jorge pasó su infancia. Hizo los estudios secundarios en la ciudad de Salvador, capital del Estado. En este periodo, comenzó a trabajar en periódicos y a participar de la vida literaria, siendo uno de los fundadores de la llamada Academia de los Rebeldes.Jorge publicó su primera novela, llamada El País del Carnaval en 1931, cuando tenía 18 años. Se casó con Matilde Garcia Rosa dos años después, y con ella tuvo una hija, Lila, que nació en 1933. En este añ o, publicó su segunda novela, Cacao.
Se graduó en la Facultad Nacional de Derecho (en portugués, Faculdade Nacional de Direito) en la ciudad de Rio de Janeiro en 1935. Militante comunista, fue obligado a exiliarse en Argentina y Uruguay entre los años 1941 y 1942, período en que hizo un viaje por América Latina. Al regresar a Brasil, se separó de Matilde Garcia Rosa.
En el año 1945, fue electo miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, por el Partido Comunista Brasileño (PCB), siendo el diputado más votado del estado de São Paulo. Como diputado, fue el autor de la ley que asegura la libertad de culto religioso. En este mismo año, se casa con la también escritora Zélia Gattai.En 1947, año en que nació João Jorge, primer hijo con Zélia, su partido PCB fue declarado ilegal, y sus miembros fueron perseguidos y arrestados. Jorge tuvo que exiliarse en Francia, donde se quedó hasta el año 1950, cuando fue expulsado. Su primera hija, Lila, murió en 1949. Desde 1950 hasta 1952, Amado residió en Checoslovaquia, donde nació su hija Paloma.Al volver a Brasil en 1955, Jorge Amado se distanció de la militancia política, pero sin dejar el Partido Comunista. Se dedicó, desde entonces, integralmente a la literatura. Fue electo, el 6 de abril de 1961 para la Academia Brasileña de Letras. Recibió el título de Doctor Honoris Causa por diversas universidades. También recibió el título de Obá de Xangô en la religión Candomblé.
Su obra literaria sufrió adaptaciones al cine, al teatro y a la televisión, y también fue tema de varios trabajos de escuelas de samba en el Carnaval brasileño. Sus libros fueron traducidos a 49 idiomas y publicados en 55 países. Existen también publicaciones en Braille, y cintas de audio grabadas para ciegos.En 1987, fue inaugurada en el Largo do Pelourinho, ubicado en la ciudad de Salvador, Bahía, la Fundación Casa de Jorge Amado, que abriga y preserva su acervo para investigadores. La fundación también ayuda el desarrollo de actividades culturales en el estado de Bahía.
Jorge Amado murió en la ciudad de Salvador el 6 de agosto de 2001. Fue cremado y sus cenizas fueron enterradas en el jardín de su casa el día 10 de agosto, cuando cumpliría 89 años.
Obra
El país del Carnaval, 1931
Cacao, 1933
Sudor, 1934
Jubiabá, 1935
Mar Muerto, 1936
Capitanes de la arena 1937
Tierras del sin fin, 1943
San Jorge de los Ilheus, 1944
Seara roja, 1946
Los subterráneos de la libertad (3 volúmenes, 1954)
Gabriela, clavo y canela, 1958
Los viejos marineros o El capitán de Ultramar, 1961
Los pastores de la noche, 1964
Doña Flor y sus dos maridos, 1966
Adjunto un fragmento de Gabriela, clavo y canela para ver si a alguno le entran las ganas de leerlo.
DE COMO NACIB CONTRATÓ UNA COCINERA O DE LOS COMPLICADOS CAMINOS DEL AMOR
Dejó atrás la feria donde las barracas estaban siendo desmontadas, y las mercaderías recogidas. Atravesó por entre los edificios del ferrocarril. Antes de comenzar el Morro Da Conquista estaba el mercado de los esclavos. Alguien, hacía mucho tiempo, había llamado así al lugar donde los "retirantes" acostumbraban acampar, en espera de trabajo. El nombre había pegado y ya nadie lo llamaba de otra manera. Allí se amontonaban los del "sertao" huidos de la sequía, los más pobres de cuantos abandonaban sus casas y sus tierras ante el llamado del cacao.ooo
Los terratenientes examinaban el grupo recién llegado con el látigo golpeando sus botas. Los del "sertao" gozaban fama de buenos trabajadores.Hombres y mujeres, agotados y famélicos, esperaban. Veían la distante feria en la que había de todo, y una esperanza les llenaba el corazón. Había conseguido vencer los caminos, la "caatinga", el hambre y las cobras, las enfermedades endémicas, el cansancio. Habían alcanzado la tierra pródiga, los días de miseria parecían terminados. Oían contar historias espantosas, de muerte y violencia, pero conocían el precio cada vez más alto del caco, sabían de hombres llegados como ellos del "sertao" en agonía, y que ahora andaban con botas lustrosas, empuñando látigos de cabo de plata.
Dueños de plantaciones de cacao.ooo
En la feria había estallado una riña, la gente corría, una navaja brillaba a los últimos rayos del sol, los gritos llegaban hasta ahí. Todos los fines de feria eran así, con borrachos y barullos. De entre los del "sertao" se escapaban los son4es melodiosos de un acordeón, y una voz de mujer cantaba tonadas.ooo
El "coronel" Melk Tavares hizo una señal al ejecutante del acordeón, y el instrumento calló.
-¿Casado?
-No, señor.
-¿Quieres trabajar para mí? -señalaba a los otros hombres ya escogidos por él-,
Un buen acordeonista nunca está de más en una hacienda. Alegra las fiestas...
Decían de él que sabía elegir como nadie hombres buenos para el trabajo. Sus haciendas quedaban en Cachoeira do Sul, y las grandes canoas estaban esperando al lado del puente del ferrocarril.
-¿De agregado o de contratado?
-A elección. Tengo unas tierras nuevas, necesito contratados.
-Los del "sertao" preferían contratos, el plantío del cacao nuevo, la posibilidad de ganar dinero por su cuenta y riesgo.
-Sí, señor.Melk avistaba a Nacib, bromeaba:
-¿Ya tiene plantación, Nacib, viene a contratar gente?
-¿Quién soy yo "coronel"?... Busco cocinera, la mía se fue ayer...
-¿Y qué me dice de lo sucedido? Jesuíno...
-Así es... Una cosa así, de repente...
-Ya llevé mi abrazo a la casa de Amancio. Hoy mismo subo para la hacienda para llevar estos hombres... Con el sol, vamos a tener una zafra importante -mostraba a los hombres escogidos, agrupados a su lado-. Estos del "sertao" son buenos para el trabajo. No es como esa gente de aquí que no quieren saber nada de trabajo pesado, lo que les gusta es andar vagabundeando por la ciudad...
Otro terrateniente recorría los grupos, Melk continuaba:
-El del "sertao" no mide el trabajo, lo que quiere es ganar dinero. A las cinco de la mañana ya están en las plantaciones y sólo largan la herramienta después que se pone el sol. Teniendo garbanzos y carne seca, café y trago, están contentos. Para mí, no hay trabajador que valga los que éstos del "sertao" -afirmaba, como autoridad en la materia.
Nacib examinaba los hombres contratados por el "coronel", aprobando la elección. Envidiaba al otro, dueño de tierras, bien plantado en sus botas, seleccionando hombres para los cultivos. En cuanto a él, lo que buscaba era apenas una mujer no muy joven, seria, capz de asegurarle la limpieza de su pequeña casa, el lavado de la ropa, la comida para él, las bandejas para el bar. En eso había estado el día entero, andando de un lado para otro.
-Cocinera, por aquí es un problema... -decía Melk.
Instintivamente, Nacib buscaba entre las del "sertao" alguna que se pareciera a Filomena, más o menos de su edad, con su aspecto rezongón. El "coronel" Melk le estrechaba la mano porque ya le esperaban las canoas cargadas:
-Jesuíno se portó como debía. Hombre de honor...
También Nacib vendía sus novedades:
-Parece que viene un ingeniero para estudiar la bahía.
-Asó oí decír. Tiempo perdido, porque esa bahía no tiene arreglo.
Nacib fue caminando entre los del "sertao". Viejos muchachos le lanzaban miradas esperanzadas. Pocas mujeres, casi todas con hijos agarrados a las faldas. Por fin reparó en una que aparentaba unos robustos cincuenta años, grandota, sin marido:
-Se quedó por el camino, don...
-¿Sabe cocinar?
-Para la mesa ajena, no.
Dios mío, ¿dónde encontrar cocinera? No podía continuar pagándoles una fortuna a las hermanas Dos Reis. Y casualmente en día de mucho movimiento, hoy asesinatos, mañana entierros... Y, para peor, obligafo a tragar el almuerzo y la cena del Hotel Coelho, una porquería de comida, sin gusto. Lo ideal sería encargar una cocinera a Aracajú, pagarle el pasaje. Paró ante una vieja, pero no tanto que ciertamente tuviera tiempo de morir al llegar a su casa. Doblábase sobre un bastón, ¿cómo habría conseguido atravesar tanto camino hasta llegar a Ilhéus? Daba pena verla, vieja y reseca, pareciendo un despojo humano. Había tanta desgracia en el mundo...
Fue cuando surgió otra mujer, vestida con harapos miserables, cubierta de tanta suciedad que era imposible verle las facciones y calcularle la edad, con los cabellos desgreñados, inmundos de tierra, y los pies descalzos. Traía una vasija con agua, que dejó en las manos trémulas de la vieja, que sorbió con ansias.
-Dios le pague...
-No hay de qué, abuela... -era la voz de una joven, tal vez la misma que cantaba "mondinhas" cuando llegara Nacib........
Gabriela adormecida
Introdujo la llave en la cerradura, resoplando por la subida; la sala estaba iluminada. ¿Habrían entrado ladrones? ¿O tal vez la nueva cocinera habría olvidado apagar la luz?
Entró despacito y la vio dormida sobre una silla, con los largos cabellos esparcidos sobre los hombros. Después de lavados y peinados se habían transformado en una cabellera suelta, negra, acaracolada. Vestía harapos pero limpios, seguramente los que traía en su atadito. Un desgarrón en la falda dejaba ver un pedazo de muslo color canela, los senos subían y bajaban levemente al ritmo del sueño, el rostro sonreía.
-¡Mi Dios?
- Nacib se quedó parado, sin poder creer.
La miraba con un espanto sin límites; ¿cómo se había escondido tanta belleza bajo el polvo de los caminos?
Publicado por Bárbara
Hace 2 años
Otro de mis autores preferidos .... por su vitalidad, por su expresividad, porque te engancha en sus historias de calle, y además, en unas calles que yo sé, por propia experiencia, que son diferentes. Los personajes son ricos, porque lo son los reales en los que se desenvuelven. Es difícil encontrar la obra de Jorge Amado en español, y si está editada, es dificil encontrarla en las librerías, es como si la escondieran. Más bien pienso que en un país donde se lee tan poco, es un autor que pasa desapercibido. Mucha de su obra pareciera que está a mitad de camino entre las "novelas serias" y "las novelas rosa", pero no es así, y sólo es preciso meterse en su mundo para darse cuenta de que no es así. Lo cierto es que se encuentra más fácilmente en los libros de viejo o en las tiendas estas que venden libros como rosquillas, "de barato", que en las librerías. Una que encontré en una librería de estas fue "Tocata grande", por poner un ejemplo. De todas formas, para mí la gran obra de Amado es "Gabriela, clavo y canela", seguida de "Mar morto" -creo que no está traducida- y "Doña Flor y sus dos maridos". Todas ellas muestran lo que es Brasil: "outro mundo", un mundo lleno de matices y sobre todo, de vida, donde aunque el paisaje es bello, la gente lo es muchísimo más. Gracias, Bárbara, por las aportaciones de tu rincón literario que, por cierto, es muy recomendable para todos.
ResponderEliminar