jueves, 5 de noviembre de 2009

Las marcas y el capitalismo

En un mundo controlado por el sistema capitalista, donde existen gran variedad de productos de todos los tipos, las marcas son el reflejo de la competencia que se establece entre ellos, pero va mucho más allá; las marcas se convierten en un símbolo que intenta reflejar una serie de cualidades o características que les diferencian de los demás productos similares, intentando identificarse con un tipo de público.

Las empresas, a través de las marcas luchan por ocupar un lugar característico dentro de la competencia de productos. No sólo intentan reflejar mejor calidad, también pretenden mostrar otros conceptos como son: modernidad, eficiencia, diseño e incluso estatus y clase. Las personas que buscan una determinada marca lo hacen impulsadas por diversos motivos, por ejemplo, dentro del mercado de la moda podremos encontrar marcas asequibles para todos los públicos y marcas de diseñadores a precios elevados que generan diferencias de posición puesto que ambas siguen la misma tendencia y la materia prima utilizada es la misma, pueden variar en calidad pero no es justificable la gran diferencia de precio. Lo mismo ocurre con el sector automovilístico; no será lo mismo tener un Peugeot que tener un Mercedes, ambos son vehículos que tienen la misma utilidad pero les diferencia el precio y sobre todo, refleja diferencia de clase ya que por ejemplo, un Mercedes no es asequible para todos los públicos.Por tanto, las marcas surgen como método de diferenciación entre productos similares buscando una serie de cualidades y un tipo de público. Si por algo se caracteriza el sistema capitalista es por ser un sistema competitivo y jerarquizado.

Las marcas contribuyen a alimentar este tipo de sistema ya que partiendo de una misma materia prima o función, terminan diferenciándose de los demás productos gracias a que existe una publicidad que busca captar un determinado público al que dirigirse mostrándose a este como si fuera una especie de símbolo (filosofía, clase, modernidad) intentando convencer de que otros productos no lo pueden tener y esto lo traduce en forma de aumento de precio.

Las marcas son mentiras disfrazadas gracias a la publicidad, consiguen convencer al público de una serie de cualidades que nos aportarán si optamos por ellas en vez de por otras desconocidas y favorecen la competencia y la jerarquización entre las personas.

Publicado por Mónica Irañeta

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